El dolor de garganta es un síntoma desagradable. Y si se trata incorrectamente, la presencia de sensaciones dolorosas se prolonga y puede convertirse en una afección crónica. Hablemos de cuáles son los mitos sobre el dolor de garganta que impiden a muchas personas curarlo más rápidamente.
La primavera es una estación en la que el tiempo puede cambiar repentinamente de cálido a frío, de sol a viento y lluvia. No es difícil contraer un virus y con él un dolor de garganta. Según la OMS, el 44% de la población contrae infecciones de las vías respiratorias altas cada año1. Al mismo tiempo, si no se trata adecuadamente, la enfermedad reaparece y puede pasar a una forma crónica.
Por cierto, ¿es cierto que el frío no afecta realmente a la garganta? ¿Y que con cada dolor de garganta hay que correr a un especialista para que nos recete antibióticos? Por extraño que parezca, un síntoma tan sencillo está rodeado de muchos mitos. Esto se debe en gran parte a la falta de información.
Hablemos de lo que realmente afecta y no afecta a la aparición e intensificación del dolor de garganta, así como de la forma de hacerle frente.
Mito 1: El frío puede hacer que te duela la garganta enseguida
El frío no está directamente relacionado con la aparición del dolor de garganta. Pero hace que nuestro cuerpo retenga calor y reduce el flujo sanguíneo. Esto puede debilitar un poco nuestro sistema inmunitario, haciéndonos más susceptibles a los resfriados y otras infecciones.
Mito 2: No se puede tomar helado cuando se tiene dolor de garganta
El helado puede aliviar el dolor de garganta. Debido al enfriamiento y la constricción de los vasos sanguíneos, se altera el suministro de sangre a las zonas inflamadas y, como consecuencia, disminuye la hinchazón y se reduce la sensación de dolor. Sin embargo, este postre frío no tiene ningún efecto sobre los agentes patógenos, por lo que es mejor no correr riesgos.
Mito 3: Todas las personas con dolor de garganta deben tomar antibióticos
Las bacterias son sólo una de las muchas causas posibles del dolor de garganta. Si la causa es una infección vírica o fúngica, los antibióticos serán inútiles.