Los antibióticos no deben tomarse por cualquier motivo. Sólo deben ser recetados por un especialista tras la identificación exacta de la enfermedad. Los antibióticos son necesarios para tratar infecciones bacterianas como la faringitis aguda, por ejemplo, pero pueden tener complicaciones: diarrea, infecciones por hongos, reacciones alérgicas. También es posible desarrollar resistencia a los antibióticos. Por tanto, es importante saber cuándo los antibióticos son realmente necesarios y cuándo no.
Mito 4: La mayoría de las veces no es necesario tratar un dolor de garganta
No es así. Por supuesto, a menudo un dolor de garganta de origen vírico puede desaparecer bastante rápido y con un mínimo de medicación. De tres a cinco días es suficiente.
Pero si no se trata en absoluto, puede persistir. Además, a veces es un síntoma de enfermedades más graves, que necesariamente hay que tratar. Si el síntoma no pasa en una semana, además, acompañado de fiebre y otros signos desagradables, es necesario pedir cita con un especialista.
Mito 5: El esfuerzo físico hace que duela aún más la garganta.
Esto no es del todo cierto. El ejercicio de intensidad baja o moderada, como caminar, nadar, hacer estiramientos, montar en bicicleta o practicar yoga, puede ser beneficioso, ya que refuerza el sistema inmunitario. Sin embargo, los ejercicios de alta intensidad pueden suprimir el sistema inmunitario y, por lo tanto, deben evitarse si se tiene dolor de garganta.
Mito 6: El alcohol alivia el dolor de garganta
Incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden provocar deshidratación, lo que puede empeorar el dolor de garganta. Además, el consumo prolongado de alcohol reduce el sistema inmunitario, lo que aumenta el riesgo de enfermar.